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Friday, October 9, 2015

Exótica





Exótica

Se casó con un americano y se fue a vivir a Texas, tierra de rodeos, vaqueros, «chili con carne», y no nos olvidemos de El Álamo. Todo era exótico para ella: los cactus del desierto, los caballeros con botas de cocodrilo y sombreros tejanos, la música Country, los bares con potros eléctricos, y la forma de bailar, como el Line Dance o Kicker Dancing, por poner un ejemplo. Pero a veces la nota exótica la ponía ella misma cuando decía que se llamaba Charo. Nunca pensó que su nombre, tan común en España, fuera algo raro y tuviera que deletrearlo constantemente.
A través de las redes sociales cultivó multitud de amistades que eran como un coro de pajaritos que alagaban y adoraban a la amiga «americana». Era muy popular y se sentía feliz de poder contar con tantísimos amigos. Cuando viajaba de vacaciones a su tierra natal, esos amigos hacían cola para verla, y competían con su familia para pasar tiempo con ella. Era como una celebridad.
Pero el destino mostró su verdadero rostro cuando llegaron las adversidades. Padeció un desagradable divorcio que la privaron de muchas cosas, y como consecuencia del mismo decidió volverse a su tierra natal, donde se sentiría arropada por su familia y la multitud de amigos que siempre querían pasar tiempo con ella.
Entonces se dio cuenta de la realidad. Ya había perdido el interés para la mayoría de ellos, ya que no era la amiga exótica que vivía al otro lado del mundo. Ahora se había vuelto accesible, cotidiana, común y ordinaria. Se vio sola, y solo unos cuantos, escogidos, demostraron lo que era amistad verdadera.



© C.R.Worth

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