Archivo

Monday, September 18, 2006

El Cristo de Medinaceli



El Cristo de Medinaceli
    Existe en la capital española un Cristo cautivo que es conocido popularmente como el Cristo de Medinaceli, esta imagen pertenece a la Archicofradía Primaria Nacional de la Real e Ilustre Escalvitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli.
    La figura de este cristo es fundamental para la Historia del Arte Español ya que es el iniciador de la iconografía del Cautivo tal y como lo conocemos ahora. Para estudiar los elementos de esta creación iconográfica totalmente española en la representación de la figura de Cristo, tenemos que tomar en cuenta diversos elementos, de cómo evoluciona y se crea esta iconografía.
    En primer lugar hay que mencionar que el Cautivo iconográficamente tiene sus orígenes en el Ecce Homo, tomando su referencia bíblica en el pasaje cuando es presentado al pueblo por Pilato (Juan 19, 4) tras la flagelación y la coronación de espinas. Tradicionalmente los Ecce Homo se les representa con el torso desnudo para mostrar las heridas de la flagelación y maniatado.
    El elemento evolutivo de transición del Ecce Homo al Cautivo, es el hecho de presentar al redentor totalmente vestido. Otro elemento que define al Cautivo es el escapulario trinitario, pero el porqué de ello viene dado del hecho que los Trinitarios ponían un escapulario con el escudo de su corporación a aquellos cautivos que rescataban de los musulmanes... y esto se mezcla con la historia propia del Cristo de Medinaceli, que relatamos más abajo.
    También es de mencionar el dato interesante de esta figura que siempre ha aparecido con la nomenclatura de «Nazareno». Siendo como se expone más abajo de origen sevillano, se entiende por nazareno en la escuela sevillana a la figura de Cristo que porta la cruz* al hombro camino del Calvario. Como todos los cristos nazarenos de la época que no son de bulto redondo sino de vestir, estas imágenes son articuladas para una más fácil posibilidad de vestirlo, y para tener la opción de poderlo poner «cautivo» para los besamanos. 
    A continuación relato la interesantísima historia de este Cristo, que a la vez que se combina con elementos de leyenda.                                
 
     Felipe III continúa la política de expansión estipulada por los Reyes Católicos con la lucha en el Mediterráneo ante el peligro de los piratas berberiscos; de este modo se conquistaron las plazas de Larache (San Antonio de Alarache) en 1610, y Mehdia o Mámora (San Miguel de la Mámora o San Miguel de Ultramar) en 1614; ambas plazas en el norte de África y pertenecientes al Reino de Fez (actual Marruecos).
    Para el consuelo espiritual de los soldados allí situados, una de las mezquitas es transformada en templo cristiano, estando este regentado por los Capuchinos. Es ésta comunidad de frailes la que encarga una imagen de un nazareno en Sevilla para trasladarla a la plaza de la Mámora; pudiendo establecerse que saliera del taller o un discípulo de Juan de Mesa, poniéndolo algunos autores cercano al círculo de Luis de la Peña o Francisco de Ocampo. El traslado de la imagen a la plaza africana estuvo a cargo de Fray Francisco Guerra, y el Obispo de Cádiz que era el que tenía jurisprudencia en San Miguel de Ultramar. Hay constancia documentada de que en el año 1681 la imagen era venerada en la referida plaza.
    Fue el 30 de abril de 1681 cuando Mámora cayó en manos de Musley Ismael y su ejército, pasando la imagen del Nazareno al botín del saqueo de la ciudad siendo llevada a la ciudad de Mequínez*. Y es aquí donde la historia se mezcla con la leyenda pues cuentan que ante el odio de los moros para los cristianos, el rey Muley Ismael mandó arrastrar por las calles de Mequínez la imagen del cristo, y no contento con este agravio también la echó a los leones para que la destrozaran.
    Fr. Pedro de los Ángeles, religioso Trinitario Descalzo, estaba en la ciudad e intervino para el rescate de la imagen, (hay que recordar que los trinitarios se encargaban en aquella época del rescate de los cautivos cristianos apresados por los  musulmanes, al igual que del rescate de objetos sagrados) contando la leyenda que el rey permitió que custodiara la imagen hasta que reuniera el dinero para su rescate, amenazándole que, de no hacerlo así, lo quemaría a él y a la imagen. Fray Miguel de Jesús, Fray Juan de la Visitación y Fray Martín de la Resurrección se encargaron del rescate, acordando con el rey Musley Ismael pagar su peso en oro, equilibrándose la balanza con 30 monedas de oro, el mismo precio que pagó Judas por el redentor.
    Leyenda o no, el caso es que hay un relato de D. Francisco de Sandoval y Roxas, que junto con D. Antonio Correa-Hidalgo, natural de Ceuta, el capitán de infantería D. Domingo Grande de los Coelos y D. Lucas de Zúñiga se comprometieron a aportar el dinero para el rescate; que no fue solo para la imagen del Cristo de Medinaceli, sino para 16 otras imágenes además, las cuales se embalaron y enviaron Tetuán, y de allí a Ceuta, donde tuvieron entrada en procesión con una gran multitud de fieles el 28 de Enero de 1682, llevándolas al Real Convento de los Padres Trinitarios Descalzos. Consta que la primera advocación popular con la que fue invocada la imagen del Cristo tras los sucesos de Mequínez fue la de «Jesús del Rescate». Después de una breve estancia en Ceuta, pero adquiriendo gran devoción en la ciudad la imagen (prueba de ello es que años después los Padres Trinitarios adquirieron una imagen para su convento con el nombre de «Jesús Nazareno Cautivo y Rescatado», manteniéndose su culto hasta nuestros días, existiendo en la actualidad una cofradía que procesiona en Semana Santa), la imagen es trasladada a Gibraltar, de allí a Sevilla pasando luego a Madrid en Agosto de 1682.
    Cuatro años más tarde, ya en el convento de los Trinitarios de Madrid, los Duques de Medinaceli conceden como limosna el solar para construir la capilla para N. P. Jesús Nazareno del Rescate, y otra en 1716, de un nuevo terreno para su ampliación. Allí permaneció la imagen hasta 1810, que por el decreto de supresión de todas las órdenes religiosas publicado por José Bonaparte, la imagen pasa a la Iglesia Parroquial de San Martín. Mas vicisitudes pasa la imagen, ya que en 1814 vuelve a su iglesia trinitaria, pero por la desamortización de Mendizábal el 16 de marzo de 1836 queda suprimida nuevamente la comunidad de Trinitarios. A requerimiento de la real e ilustre Esclavitud de N. P. Jesús se traslada la imagen de Jesús a la parroquia de San Sebastián de la Villa de Madrid, permaneciendo en este otro templo por 9 años, hasta que en Diciembre de 1845, por mediación del Duque de Medinaceli y las  religiosas Concepcionistas de Caballero de Gracia que estaban en ese momento establecidas en el antiguo convento Trinitario, solicita al Ministro de Gracia y Justicia el que vuelva la imagen a su antigua capilla; estando el convento regentado sucesivamente hasta 1895 por esas religiosas, Agustinas y Carmelitas de Santa Ana.
    En esos años, el culto al Jesús Nazareno del Rescate va decayendo. Ante esta situación los Duques de Medinaceli, junto con el Obispo de Madrid, deciden poner al frente y de la iglesia de Jesús Nazareno a los Padres Capuchinos, pasando a su custodia en 1895, efectuándose a partir de entonces un cambio en el corazón de los madrileños y retomar la devoción de antes la imagen.
    Ya en la nueva centuria y con los acontecimientos de la Guerra Civil vuelven los traslados de la imagen, esta vez por razones de seguridad, ante la oleada comunista de quema de iglesias y conventos. Al inicio de la guerra, el 13 de Marzo de 1936 se presentó en el templo un grupo de revolucionarios con la intención de destruir la imagen; los frailes ayudados por vecinos y devotos esconden la imagen del Cristo envuelta en sábanas, en una caja entre los escombros del sótano. En Febrero de 1937, los soldados republicanos alojados en el convento encontraron la imagen, siendo recogida por miembros de la Junta y del Tesoro Artístico pasando a formar parte de la «Caravana del Tesoro Artístico», estando luego relocalizada en Valencia, Castillo de Perelada, Pueblo de Ceret (Francia) y por último Ginebra.
    Acabada la Guerra se recupera el "Tesoro", Don Fernando Álvarez de Sotomayor, representante del nuevo Gobierno español, consiguió que la imagen del Cristo saliera de Ginebra el día 10 de mayo de 1939 y con la ayuda del Sr. Obispo de Madrid-Alcalá y el Provincial de los Capuchinos, se realizan los preparativos para el traslado de la imagen a Madrid; siendo recibida la imagen con honores militares en la estación de ferrocarril de Pozuelo de Alarcón, haciéndose cargo de la imagen la Junta de la Real Esclavitud, llevándola a Madrid, momentáneamente al monasterio de la Encarnación. El 14 de mayo de 1939, tras una procesión por el centro de Madrid, llega N. P. Jesús «Rescatado» a su Iglesia del Convento de los P.P. Capuchinos de la Plaza de Jesús, hoy en día nombrada Basílica por el Papa Pablo VI (1 de Septiembre de 1973).

    Tras la extensa historia de esta imagen, podemos ver las numerables ocasiones en las que ha sido «cautivo y rescatado», mezclándose la historia con la leyenda. Lo importante de todo esto es que la imagen ha contado con mucha devoción a través de la historia, y la expansión de la iconografía de esta imagen se debe a que la Orden Trinitaria que se dedicaba a la redención de cautivos, dispuso que una imagen de este modelo iconográfico se expusiera al culto en todos los conventos trinitarios, extendiéndose esta iconografía por toda la geografía española e hispanoamericana.


*(En la bibliografía consultada en ningún lugar menciona que este Cristo portara una cruz como nazareno, pero es lógico pensar que por su particular historia la cruz se perdiera en su traslado a Mequínez y al estar cautivo por los moros perdiera su «connotación» de nazareno para ser desde entonces solo Cautivo).

Cronología de los traslados del Cristo de Medinaceli
·        Primer tercio del S. XVII, sale de un taller sevillano de escultura próximo al círculo de Juan de Mesa.
·        Posterior a 1614, Fray Francisco Guerra, y el Obispo de Cádiz, trasladan la imagen a la Mámora en el norte de África.
·        1681, el rey Musley Ismael traslada la imagen a Mequínez como botín de guerra tras la toma de la Mámora.
·        1682, es trasladada tras su rescate a Tetuán.
·        1682, 28 de Enero. Pasa al Real Convento de los Padres Trinitarios Descalzos de Ceuta.
·        1682, es llevada a Gibraltar.
·        1682, es llevada a su ciudad natal, Sevilla.
·        1682, Agosto. Es depositada en el convento de los Trinitarios de Madrid.
·        1810. Por el decreto de suspensión de órdenes religiosas de «Pepe Botella», pasa a la Parroquia de San Martín.
·        1814. Vuelve al convento de los Trinitarios de Madrid.
·        1836. Desamortización de Mendizabla, supresión otra vez de las órdenes religiosas se traslada la imagen a la parroquia de San Sebastián de la Villa de Madrid.
·        1845. Por mediación del Duque de Medinaceli pasa de nuevo al convento Trinitario, estando ahora regido por las  religiosas Concepcionistas de Caballero de Gracia.
·        1937. Pasa a Valencia (al Colegio del Patriarca) formando parte de la  "Caravana del Tesoro Artístico" protegido por la Junta y del Tesoro Artístico
·        1938. Es situado en el Castillo de Perelada, Gerona (cerca de la frontera francesa)
·        1939. Ceret, Francia
·        1939, 12 de Febrero. Llega  Ginebra, Suiza.
·        1939. Breve estancia en el Monasterio de la Encarnación
·        1939, 14 de Mayo. Es depositada en su Iglesia del Convento de los P.P. Capuchinos



© C, R. Worth.  18- IX- 2007
 

Saturday, April 15, 2006

Reportaje fotográfico de la Macarena de Miami

Reportaje fotográfico de la Macarena de Miami


    El pasado Viernes Santo (14 de Abril, 2006), me dirigí con mi familia a Miami, Florida --recuerden que vivo en el sur de Florida, al oeste, en la costa del Golfo de México, a unas dos horas y media de Miami-- para ver la famosa procesión de la Macarena de Miami que sale cada Viernes Santo desde hace unos diez años.

La Alfombra Floral:
    A las a fuera de la Iglesia del Corpus Christi había una alfombra floral realizada con serrines y pétalos de flores de distintos colores realizados por los miembros de la hermandad y los feligreses de la parroquia, en las que se representaban símbolos religiosos y mensajes evangélicos. 







La salida:
    Las puertas de la iglesia se abrieron a las 9:00 pm y desde ella, para sorpresa mía, se podía ver la candelería encendida de palio de la Virgen. No me esperaba un paso de palio, sino la Virgen saliendo en andas.
    Una cruz parroquial con dos "faroles" salió como cruz de guía, y tras ellos iba un cortejo de jóvenes que todos llevaban las mismas camisetas con un mensaje pro-vida, portando una especie de pértigas con curiosas luminarias. Tras ellos iba un grupo que portaban capas negras con el Crismón en rojo como anagrama de Cristo sobre el pecho.




    Tras este cortejo salió el paso del Cristo de Medinaceli, una reproducción del famoso Cristo madrileño, del que se encuentran reproducciones por toda la geografía española y americana. Esta reproducción del Cristo de Medinaceli fue ejecutada en los Talleres Granada de Madrid. El paso eran unas andas pequeñas y sencillas sobre ruedas que iban «tiradas» y «empujadas» por los miembros de la hermandad. Son unas andas de madera con algunos apliques dorados y cartelas con motivos pasionistas, lleva faroles en las esquinas y monte de claveles rojos.





    Tras el paso de Cristo iba una banda de «cornetas y tambores», que eran miembros de una banda de música de un instituto local. Tocaron un único motivo musical de redoble de tambores y trompetas durante todo el recorrido. Tras ellos iba un grupo de señoras ataviadas con la tradicional mantilla española; a los que les seguían un grupo de religiosos y otro tramo de los que llevaban capas negras con el Crismóm. Tras ellos un grupo de acólitos y tras los mismos los miembros de la hermandad ataviados con túnicas de color crema, capas verde esmeralda de raso con el escudo de la corporación al lado izquierdo y sin antifaz.


 





    A la salida de la virgen un señor de Badajoz (que se ve en la tercera foto encima de estas líneas subido en una tarima) recitó poemas, canto la «saeta» de Serrat, así como otras saetas propiamente dichas.







    El paso de palio, al igual que el paso de cristo iba tirado y empujado por los hermanos.
 





    Numeroso público acompañó a la procesión en el recorrido que duró tres horas en las calles aledañas a la parroquia.
 









La incorporación del tercer paso:
    Durante el recorrido, la procesión hizo una parada en una iglesia filial de la parroquia (la Misión de San Juan Bautista); allí literalmente los pasos fueron abandonados en medio de la calle (a excepción de un reducido número del público) por la mayoría de los participantes en la procesión y fueron a los jardines adyacentes de la iglesia donde bajo fondo musical del Adagio de Albinoni se hizo una representación teatral de la pasión. Acto seguido la comitiva se incorporó a la procesión nuevamente y un paso de un Cristo yacente salió de la citada iglesia filial incorporándose a la comitiva entre el paso del Cristo de Medinaceli y la Virgen Macarena, acompañándolo de regreso a la parroquia.




        La procesión se recogió a las 12 de la noche aproximadamente, pero no nos quedamos para la recogida... el mayor de mis hijos estaba cansado e irritable (el chico, que la sangre cofrade la tiene más espesa, estaba en su elemento, más contento que unas pascuas y hubiera aguantado mucho más). Así que antes de la recogida nos marchamos para evitar atasco de tráfico, y las dos horas y media de carretera que nos esperaba; por lo que no les puedo relatar los avatares de la entrada.

Espero que hayan disfrutado de este modesto reportaje de algo tan nuestro y tan lejos...

© C. R. Worth, Cape Coral  Abril- 2006