Durante meses esta hermandad sevillana nos ha tenido en vilo con este culebrón
morado del cambio de imagen de Nuestra Señora de la Cabeza. Ante los cuales
hemos escuchado las más desafortunadas calificaciones para la Virgen por parte
de miembros de su junta de gobierno, escultor etc… sin que nadie se haya
retractado de lo dicho, así como cierta publicación en el seno de la
corporación a modo de catálogo de producto para “vender” con el “mire y
compare”.
Pero antes de entrar en el “gran finale” de este culebrón, hagamos de abogado
del diablo utilizando la historia.
El cambio de
imágenes no es algo nuevo en nuestras hermandades, siendo una práctica común en
el seno de nuestras corporaciones sevillanas por siglos (aunque la mayoría de
los datos de esta “cambiaditis” son del siglo XX)… los motivos para ello,
muchos; o bien han sido destruidos los titulares por incendios fortuitos o
intencionados, o la imagen estaba tan estropeada que una restauración no podía
recomponerla, o simplemente… no gustaba. Y es bajo este último parámetro en el
que estaba emplazada Nuestra Señora de la Cabeza.
Hagamos memoria con situaciones similares (solo voy a hablar de las Virgenes,
no de Cristos u otras imágenes de los pasos):
- Nuestra Señora de los Dolores y Misericordia (Jesús Despojado). En 1959
Manuel Hernández León hace una nueva dolorosa que sustituye a la de
Antonio Perea Sánchez de 1937, durando la de Perea 22 años; y que
luego fue sustituida por la de Eslava en 1961. Dura la de Hernández León 2
años. Ninguna de esas imágenes gustó a la Hermandad.
- Nuestra Señora de Gracia y Esperanza (San Roque). Tras ser
quemada la imagen atribuida a Blas Molner en 1936, fue sustituida por otra
del escultor Manuel Vergara Herrera. Duró 2 años, porque no gusto a
la hermandad.
- Nuestra Señora de las Penas (Santa Marta). La primitiva imagen de la
Virgen realizada en 1951 por Luis Ortega Bru, fue sustituida por la de Sebastián
Santos en 1958, porque no gustaba a la Hermandad. Duró 7 años.
- Nuestra Señora de la Angustia (Estudiantes). La primera imagen de la
Virgen donada a la Hermandad por el Sr. Cayuela, dura 3 años; una
segunda imagen realizada y donada por el escultor Antonio Bidón Villar en
1931, dura 11 años, hasta que en 1942 fue sustituida por la actual.
Ninguna de las imágenes anteriores gustó a la hermandad.
- María Santísima de la Candelaria (La Candelaria). La primitiva imagen era una
muy antigua que existía en la parroquia, fue sustituida por la actual en
1924, dura 2 años.
- María Santísima del Dulce Nombre (La Bofetá). En sus tiempos iniciales dan
culto a la primitiva imagen del Dulce Nombre de la anteriormente
extinguida Hermandad de la Bofetá. En 1924 es sustituida por la actual; dura
6 años.
- Nuestra Señora de los Dolores (Santa Cruz). Esta es una Hermandad con una
de las historias más azarosas en el cambio de su Virgen titular. En 1905
sacan una Virgen de Emilio Pizarro; en 1912 sacan una Virgen que fue
adaptada de una de las Marías que sacaba la Hermandad del Calvario; en
1915 vuelve a sacar la imagen de Pizarro; en 1921 sacan una dolorosa
atribuida de Andrés de Ocampo; en 1926 otra vez saca la Dolorosa de
Pizarro; en 1957 sacan una imagen de la Virgen que estaba atribuida a Blas
Molner. Finalmente en 1967 adquiere la hermandad su imagen actual de
Antonio Eslava. Con una dolorosa de “quita y pon” de Pizarro, alternada
con otras dolorosas, la hermandad tarda 62 años en parar de jugar
“al escondite” con sus imágenes para tener una Virgen definitiva para el
culto de sus hermanos.
- María Santísima del Refugio (San Bernardo). Tras perder sus titulares en
los desafortunados incidentes de 1936, la Hermandad de la Exaltación le cedió
una Virgen en 1937, que restauró Sebastián Santos en el 38, y no gusto.
Esa imagen duró 2 años. En 1939 el mismo autor talla una nueva imagen.
- Nuestra Señora de la Piedad (Baratillo). Estrenan una Virgen de Emilio
Pizarro en 1904; en 1945 es sustituida por la de Fernandez Andés. Dura
41 años.
- María Santísima de la Caridad en su Soledad (Baratillo). En 1926
estrenan dolorosa de José Fernandez Andés, pero en 1931 estrenan otra
dolorosa del mismo autor (en verdad la retiró el artista por falta de
pago, pero al adquirir otra del mismo escultor, o bien ya no tenía la
previa o no gustó la anterior, este dato no está claro). Duró 5 años.
- Nuestra Señora de Guía (la Lanzada). En 1931 talla una imagen para
la hermandad Antonio Illanes, que es sustituida en 1971 por otra del mismo
autor. Dura 40 años.
- Nuestra Señora de las Lágrimas (Los Caballos). En 1913 estrena una imagen
donada por un hermano, en 1934 vuelven a sacar la primitiva imagen que tenían
de la Virgen. Duró 21 años.
- Nuestra Madre y Señora de la Merced (Pasión). Un grupo de
hermanos en 1842 dona una dolorosa que fue adaptada de una Santa Rosa de
Lima de Duque Cornejo, imagen que fue restaurada por Sebastián Santos en
1941. Ese mismo escultor realiza la nueva dolorosa en 1966. Duró 124
años.
- Nuestra Señora del Patrocinio (Cachorro). En 1973 se perdió por un incendio
una imagen de la Virgen de autor anónimo que sustituyo en 1921 a una
dolorosa de Cristóbal Ramos. La imagen del XVIII duró 171 años.
- María Santísima de la Concepción (Trinidad). La imagen de la Virgen de 1924,
es sustituida por una de Antonio Bidón en 1956. Dura 32 años.
- Nuestra Señora de la Aurora (Resurrección). La primitiva imagen de la
Virgen, obra de Jesús Santos Calero, fue sustituida en 1978 por la de
Antonio Dubé de Luque. Dura 8 años.
Como hemos podido comprobar por
los datos históricos aquí aportados, el cambio de las imágenes por cuestiones
estéticas ha sido una práctica común entre nuestras hermandades, sobre todo en
el siglo XX, aunque sin duda se hizo con anterioridad, aunque desconocemos
muchos datos de épocas primitivas con las destrucción documental que han
sufrido muchas de nuestras corporaciones; es más, si miramos las fechas
fundacionales de muchas de nuestras hermandades, y de sus sagrados titulares
(muchos de ellos los más señeros y por lo que la Semana Santa de Sevilla es
conocida universalmente) podemos comprobar que sin duda tuvieron imágenes al
culto anteriores a las presentes.
La memoria de los pueblos es muy corta, y difícilmente
el pueblo llano recuerda acontecimientos que pasaron aún veinte y cinco años
atrás con claridad de detalles… y aún menos si elevamos esa cifra a cincuenta, sesenta
o cien años; por eso es fácil encontrar como más de uno se ha rasgado las
vestiduras cuando se planteaba el cambió de imagen de Nuestra Señora de la
Cabeza, por llevar 46 años con culto consecutivo ante la mirada fervorosa de
sus fieles. Pero si analizamos la lista arriba expuesta, ni es la que se ha
cambiado o tratado de cambiar tras más años de ferviente devoción, ni la que
menos… oscilando estos cambios entre dos y ciento setenta y un años consecutivos
de cantar el Salve Regina a estas dolorosas. Y un día por las buenas la
viejecita de turno se encuentra con una nueva imagen de María a la que rezar;
aunque esta anciana señora que con devoción va a encenderle una vela a la
Virgen pidiéndole por la salud de algún familiar, por sus seres queridos
difuntos, o por promesa de ir a Verla todos los viernes, poco le importa,
puesto sabe que a quien va esas oraciones dirigidas es a María; la intercesora
ante Cristo es la Madre de Dios que está en los cielos y, no esa particular
bella escultura que representa a la Virgen.
La vida en sí, más que nos pese, más que
les pese a muchos es «renovarse o morir», y así lo han entendido nuestras cofradías,
nos guste o no. Que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer… es un refrán
muy sabio y conservador; pero luego te queda la duda si por ejemplo la junta de
gobierno de su tiempo se hubiera pensado dos veces el cambiar su nazareno en
1620, quedándose con el que tenían con melena de pelo natural, y no contratar
con Juan de Mesa su nueva imagen del Señor del Gran Poder.
Yo personalmente abogo por el genio
creador, por la realización de nuevas imágenes, y sobre sustituciones, a veces
se realizan cambios acertados, otras veces no. Pero no quiero decir con esto
que esté de acuerdo en que se cambie todo. En cuanto a Nuestra Señora de la
Cabeza reconozco que muchas cosas que se han dicho sobre la imagen son verdad
(nunca los insultos y descalificaciones desafortunadas), vistas desde mi
perspectiva de historiadora del arte; y ante todo, lo que nunca se debió de
hacer es transformar, destruir un ángel para convertirlo en una Virgen de
candelero; hoy en día estamos pagando las consecuencias de esta desafortunada
decisión.
Pienso que la Hermandad ha llevado este asunto
con muy poco tacto y de la forma más impropia que se podría haber planteado una
sustitución de una imagen.
Al final la hermandad resolvió en decidir democráticamente
entre sus hermanos la sustitución de esta imagen titular, teniendo como
resultado final la votación 95 votos a favor del cambio y 141 en contra del
mismo; permaneciendo la citada escultura.
Pero volvamos a la historia, ésta tampoco es la
primera vez que se decide democráticamente la sustitución de una Virgen
titular; en 1969 la Hermandad de la Exaltación el 30 de Noviembre del citado
año, celebró Cabildo General Extraordinario con el único punto del orden del día
de la sustitución de Nuestra Señora de las Lágrimas; aunque en esta ocasión los
votos a favor solo fueron 7 y en contra 200.
Ante los últimos acontecimientos me quedan
en mi mente un par de preguntas sin respuestas… Nuestros Kofrades, Kapillitas y
hermanos en Cristo y en Nuestra Señora de la Cabeza, ¿hubieran decidido de otra
manera si conocieran mejor la historia de nuestras hermandades y cual común es
el cambio de nuestras imágenes a pesar de los muchos años de devoción,
simplemente por cuestiones estéticas?, ¿dimitirán los miembros de la junta de
Las Siete Palabras que descalificaron a su Virgen de esa manera y sin pedir
retractaciones de otros que lo hicieron… o se harán todos hermanos de la
Trinidad?
Lo peor de toda esta agua de borraja es que la
Hermandad de las Siete Palabras ahora está ante la opinión pública con una
Virgen ultrajada, descalificada y menguada por ellos mismos. Una Virgen que en
vez de ser calificada como «Madre de Cristo, Madre de la Iglesia, Madre de la
Divina Gracia, Madre Purísima, Madre Castísima, Madre y Virgen, Madre sin
mancha, Madre Inmaculada, Madre amable, Madre admirable, Madre del buen
consejo, Madre del Creador, Madre del Salvador, Virgen prudentísima, Virgen
venerada, Virgen laudable, Virgen poderosa, Virgen clemente, Virgen fiel,
Espejo de justicia, Sede de sabiduría, Causa de nuestra alegría, Vaso
espiritual, Vaso honorable, Vaso insigne de devoción, Rosa Mística, Torre de
David, Torre de Marfil, Casa de oro, Arca de la Alianza, Puerta del Cielo,
Estrella de la mañana, Salud de los enfermos, Refugio de los pecadores,
Consuelo de los Afligidos, Auxilio de los cristianos, Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas, Reina de los Profetas, Reina de los Apóstoles, Reina
de los Mártires, Reina de los Confesores, Reina de las Vírgenes, Reina de todos
los santos, Reina concebida sin pecado original, Reina llevada al
cielo, Reina del Sacratísimo Rosario y Reina de la paz» ….lo es de «palo
podrido», «una de las menos afortunadas de la Semana Santa de Sevilla», «pájaro
feo».
Lo dicho, una Virgen calificada así por sus
hermanos… así menguada, si los ofensores no se retractan, ahora será la
Hermandad de Las Siete y Media.
© C. R. Worth. Cape
Coral, Florida. USA.
17- XI- 2002