2001: Una Odisea...
empieza el siglo XXI
Este artículo apareció por primera vez en El Redcuadro de D. Antonio
Burgos, en el 2001.
Durante todo este año a bombo y platillo en todos los medios de comunicación
hemos visto como «celebrábamos» el comienzo del nuevo Milenio. Experimentamos
expectantes «el final del mundo» (como si fuera a venir de una manera
anunciada), vimos por televisión como celebraba toda la urbe de la tierra la
entrada al nuevo milenio. Anuncios en todas partes, en comerciales, programas
de información o conversaciones a diario con el ciudadano de a pie, el año 1999
fue el final del milenio, y con el 2000 acabábamos de inaugurar el siglo XXI.
Por
años he tenido cientos de conversaciones con muchas personas sobre el tema para
ponerles en claro este equívoco, a veces llegando incluso a tonos más
acalorados ante la tozudez de mi interlocutor en negar la evidencia.
Este común error en poner al 2000 como comienzo del milenio tiene como raíz dos
causas, o no saben contar o desconocen ciertos datos históricos; y por el alto
grado de inteligencia de muchos de mis compañeros de conversación, me decanto
por la segunda de las causas.
Para aclarar todo este
malentendido hagamos un poco de Historia.
Desde la antigüedad y en diferentes culturas el hombre siempre ha medido
el tiempo, distinguiendo los días por las horas de sol y oscuridad, llegando a
periodizarlos en intervalos. Esto unido al estudio de los astros hizo que
aparecieran los distintos calendarios, unos regidos por los movimientos del
sol, otros por los ciclos lunares. Todas las grandes civilizaciones de la
antigüedad tuvieron sus propios calendarios: egipcios, babilonios, mayas,
judíos, musulmanes, chinos etc, de los cuales algunos mantienen sus calendarios
hoy en día.
Comúnmente, el mundo occidental, se rige por el Calendario Cristiano, de 365 o
366 días, empezando nuestra era en el año de nacimiento de Jesucristo;
luego estamos en el año 2001 de la Era Cristiana (obviamente ni judíos, ni
musulmanes, ni chinos siguen este calendario).
El Calendario Cristiano tiene en la actualidad dos versiones coexistente al mismo tiempo: el Calendario Juliano, introducido por Julio Cesar en el año 45 A.C. y que mantienen hoy en día griegos, rusos y ortodoxos cristianos; prácticamente es igual que el nuestro, comienzan el año el uno de Enero pero no cuentan los años bisiestos y calculan de forma distinta la Resurrección de Cristo; y nuestro calendario, que es el llamado Calendario Gregoriano, impuesto por bula papal de Gregorio XIII en 1582 para corregir los errores del calendario Juliano.
Todo esto viene para explicar que no siempre se ha datado en la historia de la misma manera, y que no fue hasta el siglo VI cuando se empezó a considerarse nuestra era como años a partir del nacimiento de Cristo.
El Calendario Cristiano tiene en la actualidad dos versiones coexistente al mismo tiempo: el Calendario Juliano, introducido por Julio Cesar en el año 45 A.C. y que mantienen hoy en día griegos, rusos y ortodoxos cristianos; prácticamente es igual que el nuestro, comienzan el año el uno de Enero pero no cuentan los años bisiestos y calculan de forma distinta la Resurrección de Cristo; y nuestro calendario, que es el llamado Calendario Gregoriano, impuesto por bula papal de Gregorio XIII en 1582 para corregir los errores del calendario Juliano.
Todo esto viene para explicar que no siempre se ha datado en la historia de la misma manera, y que no fue hasta el siglo VI cuando se empezó a considerarse nuestra era como años a partir del nacimiento de Cristo.
En
el 523 el monje Dionisus Exigus estuvo encargado de implementar unas reglas
para la celebración de la Resurrección de Jesucristo (Concilio de Nicea) y
hacer los cálculos para estas fechas. En esa época se contaban los años a partir
de los años del reinado de Diocleciano. Pero en sus cálculos Dionisus eligió
nombrar los años a partir del nacimiento de Cristo y no por los de un
persecutor de cristianos.
Dionisus calculó el nacimiento de Cristo con respecto al reinado de Diocleciano, el veinte y cinco de Diciembre del 753 AUC (ad urbe condita, ̶ desde la fundación de Roma). Aunque lo hizo erróneamente si comparamos estos datos con las fechas del reinado de Herodes el Grande, con lo cual vemos que Jesucristo nació antes del año 4 A.C. Y por calculaciones astrológicas no nació en Diciembre, sino en primavera.
En
consecuencia, el año del nacimiento de Cristo es el año 1 de la Era Cristiana
(1 D.C), y el año anterior el 1 A.C. Si hay algo en lo que todos estamos de
acuerdo es que una centuria tiene 100 años, así el siglo I después de Cristo va
desde el año 1 hasta el 100, el siglo II desde el 101 hasta el 200 y así
sucesivamente, luego el siglo XX desde el 1901 hasta el 2000. Entonces... ¿por qué
no empieza el siglo XXI el año 2000? simplemente porque en historia NO
existe el año 0. El cero es un número, y hasta muy modernamente no se le ha
empezado a contar a partir de él, y si lo hacemos de una manera matemática
moderna, para hacer un centenar se debe empezar por el cero y terminar en 99.
En el siglo VI cuando se empezó a contar el año 1 como el año de nacimiento de Cristo, usaban todavía la numeración romana, y los romanos desconocían el concepto matemático del cero, es en la India donde se llega a este concepto y muy posteriormente, luego. los árabes en el siglo IX. lo introducen en occidente. Y por esa razón Dionisus Exigus no pone el nacimiento de Cristo en el año cero, sino en el 1.
En conclusión, por las razones históricas y matemáticas expuestas, el último
año del siglo XX fue el año 2000, y el nuevo milenio ha comenzado en el 2001.
Aunque para la mayoría todas estas razones les importe un bledo, pues lo único
importante para ellos es que en el 2000 el uno nueve con el que empezaba sus
calendarios durante todas sus vidas ha cambiado ese año y comienza la
numeración emblemática con el dos por delante.
"APOSTILLA": Para
todos los amantes de las curiosidades. Cuando se cambió del calendario Juliano
al Gregoriano (para ajustar los errores del anterior calendario) por Bula Papal
de Febrero de 1582 se quitaron 10 días del mes de Octubre. Los países católicos
como España o Italia adoptaron esto inmediatamente, otros lo hicieron después.
Así que para los registros de la Historia de España y su colonia al 4 de
octubre de 1582 le sigue el 15 de octubre.
© C. R. Worth. Calhoun, GA. 2001
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