Si alguien te alza la mano
o te ofende, Gran Poder,
yo te juro, Soberano,
que ése no pudo nacer
bajo el cielo sevillano
o te ofende, Gran Poder,
yo te juro, Soberano,
que ése no pudo nacer
bajo el cielo sevillano
Antonio Rodríguez-Buzón, Pregón de la Semana
Santa, 1956
En la tarde de ayer, 20
de Junio del 2010, ocurrió un incidente de esos que Sevilla quiere borrar de su
memoria, de los que los sevillanos desearían viajar en el tiempo para estar allí
con Él y evitar los agravios...
Terminada la misa de las
8:30 pm, como suele ocurrir en la basílica, los fieles se dirigieron al camarín
del Señor para besar su sagrado pie. Un hombre de 37 años de edad, llamado Luis
Carvajal Ordoñez, estaba entre los citados fieles, pero en vez de besar el
desgastado talón, se subió encima, paso el cristal y la barandilla y comenzó a
zarandear la imagen, a darle patadas, agarró el brazo derecho tirando de él
hasta arrancárselo y desgarrar la túnica ante el estupor de los
fieles; afortunadamente entre los asistente de la misa había un policía de
paisano, y entre él y otro caballero pudieron reducir al agresor hasta que
llegó la policía.
Inimaginable tuvo que
ser presenciar esta barbarie, familias con niños, ancianos etc... La madre de
un amigo mío (señora de avanzada edad) que lo presenció desde la primera fila,
necesitó dos tilas al llegar a casa del estado de nervios que estaba. Tras
el incidente, que corrió la noticia como la pólvora en Sevilla (y fuera de sus
fronteras, porque yo en Pensacola, me enteré poco después), la ciudad
sorprendida y acongojada daba gracias porque no hubiera pasado nada peor.
Ante el acto vandálico, lo
primero que nos planteamos es ¿quién es este señor, cuáles son sus motivos, es
un acto terrorista, un demente? Miles de ideas nos pasan por la cabeza, y
ninguna cuadra a menos que sea un perturbado mental... porque el Gran Poder no
es solo una obra maestra del XVII, no es solo arte, o el titular de una de las
muchas hermandades de Sevilla, sino que es el Señor
de Sevilla... el cristo por antonomasia sevillano, al que millones de
personas por los pasados 390 años le han rezado, llorado sus penas, implorado
perdón, suplicado ayuda... una fe colectiva que mueve montañas está impregnada
en sus encarnaduras, y esos desconchones en la policromía, esas imperfecciones
de oleos y barnices no son el paso del tiempo en la madera desgastada, sino el
sufrimiento de los sevillanos que lleva en sus carnes, desgarrándolo cual
millones de azotes por cada uno de nuestros sufrimientos.
Ya lo dijo
Rodríguez-Buzón en el poema que cerró su mítico pregón del 56, «...Si alguien
te alza la mano, ese no pudo nacer bajo el cielo sevillano.» El señor Carvajal,
natural de Guadalcanal, y funcionario de prisiones destinado en la cárcel de
Huelva, no ha mamado de sus mayores la devoción al Señor de Sevilla. Y por
todos los datos que conocemos parece ser que es un demente, que tras la
agresión y ser preguntado porque lo hizo, contestó que «es que yo soy el hijo
de Dios».
En mano de la justicia y
de psiquiatras, no hay que darle más vueltas sobre los motivos de su locura y
este incidente aislado, y que gracias a Dios y su Gran Poder, como declaraba el
Hermano Mayor de la Hermandad D. Enrique Esquivias, «los daños son reparables».
Lo que hay que plantearse aquí es otra cuestión más delicada, y esto es sobre
la seguridad de las imágenes.
Fuera aparte de
este incidente, hay que plantearse la delicada situación en la que nos
encontramos con un anticlericalismo galopante azuzado por las altas esferas
gubernamentales y su política unilateral de la «memoria histórica», que
en vez de enterrar y dejar cicatrizar el pasado, solo abre nuevas heridas en
unas generaciones que deberían de estudiar imparcialmente nuestra
historia, en vez de avivar nuevos rencores, y como en el poema de Machado, la
historia se repite con el «Españolito que vienes / al mundo te guarde Dios /
una de las dos Españas / ha de helarte el corazón.»
Esta política
anticlerical no es de extrañar en un presidente del gobierno, que aunque no esté
confirmado de ser masón, si demuestra ideología masónica; ideología mamada en
casa, ya que su abuelo Juan Rodríguez Lozano, era miembro de la Logia Masónica "Emilio
Menéndez Pallarés no 15" de León. La masonería española es
heredera de la francmasonería, o lo que es lo mismo la masonería francesa, que
llego a España con la invasión francesa y «Pepe Botella», que era su «Gran Maestre».
Hay que mencionar que la francmasonería es diferente a la masonería británica o
norteamericana, ya que la anglosajona es totalmente cristiana protestante,
mientras que la francesa es anticatólica y anticristiana.
En los últimos años
estamos viendo como poco a poco España se vuelve más anticristiana e
intolerante, en el que cada vez son más frecuente los pequeños atentados en
procesiones (en toda la geografía española), insultos al paso de procesiones eucarísticas,
eliminación de la presentación de honores al Santísimo, o como las pintadas que
aparecieron el 5 de mayo en las iglesias de La Magdalena y el Santo Ángel con inflamatorias
leyendas como «Arderéis como en el 36» y «La Iglesia que arde» junto a símbolos
anarquistas. Esto, junto a los últimos incidentes del Gran Poder nos hace
reflexionar sobre la seguridad de nuestras imágenes e iglesias.
Está claro que las
medidas de seguridad existente no son suficientes, por mucha cámara de
seguridad que exista grabando lo que pase... un contingente de seguridad es
necesario. Es triste que el fiel se tenga que sentir que en vez de rezar en una
iglesia le parezca que va a hacer un depósito en el banco de España, pero al
ritmo que vamos creo que sería necesario tener uno o más guardias de seguridad en
las iglesias cuando estén abiertas al culto. O triste sería que las imágenes
acaben en camarines acorazados con cristales de 10 cm de grosor anti
balas. Es realmente preocupante, pero quizá sea mejor poner el parche
antes de que salga el grano y prevenir en vez de lamentar.
APOSTILLA: Es destacable el sentimiento sevillano de
solidaridad con el Gran Poder y sus hermanos, que hemos visto en todos los
estamentos. Y en un día de mundial y en el que jugaba España, nadie hablaba de
futbol sino de SU SEÑOR. En facebook, los sevillanos era lo único de lo que
hablaban, y todos mis amigos cofrades, cambiaron la foto de su perfil por una
imagen del Gran Poder, una servidora, también, y que la mantendrá hasta que el
señor vuelva a San Lorenzo sano y salvo y repuesto al culto.
© C. R. Worth. 21- VI- 2010