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Sunday, February 2, 2003

¿Una procesión Dantesca?


¿Una procesión Dantesca?

    Desde que saltó a la palestra informativa la canonización de Sor Ángela de la Cruz, la polémica ha estado servida en la ciudad de Sevilla... primeramente porque el acto de canonización se celebrará por Su Santidad el Papa Juan Pablo II, en Madrid, concretamente el 4 de mayo; y no en Sevilla como sería más lógico, pues es aquí en la tierra de María Santísima donde la «madre Angelita» alcanzó la verdadera santidad, dedicando su vida a los humildes, a los más necesitados.

    Tras este primer capítulo de la polémica, llegó la segunda parte; en la cual se anunció la decisión de S.E. el Arzobispo fray Carlos Amigo Vallejo de celebrar en la Catedral Hispalense un triduo en acción de gracias por la canonización de Sor Ángela; comenzando con una procesión el 8 de mayo en la que se trasladaría el cuerpo de Sor Ángela en el paso de la Urna de la Hermandad del Santo Entierro, permaneciendo del 9 al 11 en el citado templo, y en el que predicarán distintos obispos sevillanos así como se celebrarán otros actos religiosos, y tras un pontifical, presidido por S.E. el Arzobispo fray Carlos Amigo Vallejo, el domingo día 11 el paso de la Urna de la Hermandad del Santo Entierro con los restos mortales de Santa Ángela de la Cruz, regresará al convento de las Hermanas de la Cruz.

    Parte de esta polémica es por el regusto sevillano de sacar un pasito a la calle por cualquier motivo, y lo que en antaño era extraordinario y con júbilo lo recibía la ciudad, ahora pasa al límite de lo ordinario y la ciudadanía lo toma con el «...ea, otro paso en la calle» sin pensar en la verdadera trascendencia que el hecho en sí conlleva y, que sin embargo para muchos son más las inconveniencias de cortes de tráfico, de su rutina diaria... o por el contrario, simplemente en la muy cofrade y a la vez desacralizada Sevilla se tome como un espectáculo gratuito, que raye en lo dantesco y lo macabro.

    Y es que Sevilla es muy barroca... y ser barroco es ser extremista, donde no se conocen las medias tintas y se pasa del blanco al negro; y como tal hemos visto a más de uno rasgarse las vestiduras en público ante la próxima procesión con el cadáver de la santa en el paso de la urna de la Hermandad del Santo Entierro; voces, que en su inmensa mayoría fueron calladas por el artículo que publicó en ABC Gloria Gamito, y que hace una excelente recopilación histórica de precedentes en Sevilla y otros lugares de procesiones con los restos mortales de otros santos. Yo, como mi buen amigo Francisco Javier Parrado, no pienso que por existir un precedente signifique que sea una cosa correcta, ni alabable, ni permisiva; simplemente nos hace ver que en verdad no hay nada nuevo bajo el sol sevillano.

    Más aún en todo esto, la religiosa ciudad de Sevilla, la Sevilla de las Cofradías, la de los pasos en la calle, papachín pan pan con su banda incluida, fuera de llevarse las manos a la cabeza ante el espectáculo de ver un cadáver (por muy santa que sea) paseándose por las calles de Sevilla, pierden muchas veces el norte de las consecuencias del verdadero sentido religioso que las acciones conllevan... y me refiero a lo que son las reliquias y, lo que la Iglesia oficialmente entiende por ello:
  • Reliquias de Primera Categoría: El cuerpo o fragmento de un santo o persona beatificada
  • Reliquias de Segunda Categoría: Aquellos objetos que fueron usados por el santo, ya sean sus ropajes o instrumentos que fueron utilizados para su martirio.
  • Reliquias de Tercera Categoría: Objetos que hayan tocado una reliquia de primera categoría.
    Según esta regla oficial, en el momento que pongan el cuerpo de la Venerada Madre Angelita, Santa Ángela de la Cruz, la Urna del Paso de la Hermandad de Santo Entierro, será una reliquia en sí también (aunque sea de tercera categoría); y uno se pregunta si será tratado con la veneración y respeto que ello conlleva, no solo durante la procesión sino de ahora en adelante. No es solo cuestión de sacar un pasito a la calle, sino que esto acarrea más trascendencia en lo religioso y espiritual de lo que el sevillano medio (con o sin cultura religiosa) pueda entender.

    Cierto escritor de temas sevillanos decía recientemente que rectificar es del que se equivoca hasta la señalita de la vacuna... no, rectificar es saber estar, tener clase, reconocer los errores; ...sí, rectificar es de sabio. Y una decisión sabia sería que nuestro arzobispo diera marcha atrás en la idea de la procesión y celebrara los actos de agradecimiento, el triduo y la Misa de Pontifical (lo siento esta en inglés, no lo he encontrado en español) en el Convento de la Hermanas de la Cruz, lo cual estaría más de acuerdo con la filosofía y obra de esta santa en vez de pasearse por Sevilla de forma exhibicionista en una urna cubierta de oro (de acuerdo que los santos hay que glorificarlos en la tierra como reconocimiento de su obra, pero hay otras maneras); Señores del arzobispado; para una Misa de Pontifical no se necesita la Catedral, y como para muestra un botón basta, recuerden la que celebró S.E. el Arzobispo fray Carlos Amigo Vallejo por motivo del I Centenario de la Hermandad de San Roque, delante del Paso de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza en un altar que se montó ante la puerta de la parroquia.

    Y aprovechando la coyuntura, si de verdad quiere demostrar que es el arzobispo de todos, que el tema de las hermanas nazarenas no es una patata caliente que va de mano en mano, que no es una excusa, sino una verdadera razón de ser; debería de en vez sacar Sor Ángela de su sepulcro y ponerla en una urna, organizar una procesión con las «Misóginas Hermandades» de Sevilla en la que se saque en procesión la imagen de Sor Ángela de la Cruz que recientemente ha tallado la Imaginera Sevillana Lourdes Hernández para la Parroquia de San Juan Bosco (Salesianos) de Triana, y que será bendecida el próximo 9 de Febrero. Sr. Arzobispo... no deje que se le vayan las mejores.

    Dejemos los muertos, los santos donde están (que por cierto, para mover reliquias mayores es necesario un permiso expreso de la Santa Sede), que en una ciudad con tanta afición por los pasos, por lo desmesurado, y lo incongruente, podría llegar a proponer alguien con una florida imaginación, que además de la Urna con los restos mortales de la Santa, la Hermandad del Santo Entierro sacara el paso de la canina, pero no con la canina en lo alto representando la alegoría del Triunfo de la Santa Cruz, sino con unas cuantas de monjas encima representando la alegoría del Triunfo de las Hermanas de la Cruz.


© C. R. Worth. Cape Coral, Florida. USA.  2- II- 2003

APOSTILLA: Tras ser publicado mi artículo en febrero del 2003, una semana después Palacio dio marcha atrás con respecto asacar el paso de la Urna. ¿Qué tuvo efecto y alguien del arzobispado lo leyó, dándose cuenta de lo de «reliquias de tercera categoría»? Nunca lo sabré, pero entonces mi web de «La Gubia y el Tas», donde fue publicado este artículo, era muy leída.