Se acabó la Historia Interminable
Como un culebrón mexicano con 930 capítulos cuya
historia no se le ve el fin, se podría calificar las recientes
elecciones norteamericanas. A esta telenovela la podrían haber titulado «Gore-Bush Circus: Pasen y vean...» donde a los protagonistas después
del mas difícil todavía, le pasan de todo.
Estos 930 capítulos, los mismos votos de diferencia
entre los antagonistas de nuestra novela, los hemos ido sufriendo los
telespectadores norteamericanos como cuentas de un Rosario de la Aurora,
que al fin y al cabo era como parecía que esto iba a terminar.
Para los que se perdieron los primeros episodios
del culebrón les pongo en antecedentes. En Estados Unidos no se vota
metiendo una papeleta en el sobre y a la urna, no. Aquí tienes una
cartulina en la que no solo se elije al Presidente de la Nación
(normalmente un candidato Republicano y uno Demócrata, y algunas veces
algún candidato independiente, del partido Leberteriano o los Verdes)
sino que ademas elijes a los representantes de tu estado, distrito etc
para el congreso y el senado, así como el sheriff local, jueces, y se
hace a la vez un referéndum sobre distintos temas de interés como
impuestos, leyes etc. Distinto en cada estado o distrito. Lo que se hace
es pinchar con un punzón en el recuadro de las distintas candidaturas o
leyes en referéndum. Luego, estas cartulinas, las pasan por unas máquinas
que las leen como antiguamente las fichas en lenguaje Cobol de las
computadoras. Tras cuyo proceso rapidísimo se puede averiguar en una
sola noche los votos de una de las naciones más grandes del mundo con
una cifra aproximada de cien millones de votantes, imagínese usted, el
contar todos esos votos a mano...
Otra cuestión importante a la hora de hablar de las
elecciones de Estados Unidos es que este país es una República, con
estados independientes que eligen a sus electores; me explico. Aquí no
se suman los votos totales y el que mas tiene es el que gana, tampoco
gana el que mas estados ha ganado. Una cosa es el voto popular, y otra
el voto electoral. El voto popular es el total de los votos, y ese lo ha
ganado Al Gore; pero el voto electoral son los
electores de cada estado.
Un estado como Georgia, por ejemplo tiene trece
electores (estas cifras están relacionadas con el número de habitantes
de cada estado) y si George Bush ganó este estado, lo cual significa que
los trece votos electorales son republicanos.
Si miramos el mapa de las elecciones 2000 en USA,
vemos que en la mayoría de los estados ganó Bush, pero Gore ganó los
estados mas densamente poblados, como California, que tiene cincuenta y cuatro
electores, de ahí que las elecciones fueran tan cercanas, y al final los
ojos estaban puestos en Florida y sus veinte y cinco electores, pues quien ganara
ese estado ganaba las elecciones.
En
la noche de la elección
la balanza se estuvo inclinando de uno y
otro lado según iban cerrando los colegios electorales por estado,
empezando nuestra novela como una buena película de suspense. Al cerrar
Florida con una cifra tan próxima se pidió el recuento por parte de los
demócratas, y lo que en un principio estaba catalogado de cortometraje,
se convirtió en la Historia Interminable, y que gracias a la
evaluaciones parciales de la prensa, que encontraron su filón de oro en
ratings de audiencia, calentando a miles de fanes a favor o en contra de
uno u otro protagonista -- aunque se le veía el plumero alentando al
perdedor, disfrazándolo con «vellocino de oro» mientras debajo daba
zarpazos a diestro y siniestro para ganar como fuera--.
...Y esa es otra, pero no entraremos en debates,
porque este artículo sí que sería la historia interminable; pero
pongamos a modo de destellos algunos acontecimientos:
1- Gore: hay que contar todos los votos --pero no los de los residentes en el extranjero, porque en su mayoría son militares y esos votan a Bush-- (una acotación personal: para los liberales demócratas, las fuerzas armadas norteamericanas son imprescindibles para terciar en conflictos extranjeros mediando de gendarme y poner paz, derramando sangre americana en asuntos ajenos, o llevar pizzas a naciones hambrientas; pero a la hora de votar son ciudadanos de segunda de los que no se les puede contar el voto).
2- Al candidato para vicepresidente republicano, Chaney, de tanto stress le da un jamacuco.
3- Se apela al tribunal supremo de Florida (cuyos jueces todos son demócratas) y dicen que sigan recontando los votos --eso si, claro que solo en los condados donde son mayoritariamente demócratas y se pueden esperar más votos a favor de Gore--.
4- Los procedimientos son tan caóticos que en cada sitio los recuentan de una manera, cambiando el procedimiento de hacerlo en medio cuando parecía que la victoria era para Bush.
5- Los plazos se van terminando y aquí no hay resultados.
6- Finalmente con lo que hay, Bush ganado por 537 con la fecha extendida, se le da por ganador.
7- No contentos apelan al Tribunal Supremo de Estados Unidos, y aquí se acaba la novela, Bush el es nuevo presidente de los Estados Unidos. Si quiere saber más, puede ver esta cronología de los hechos.
1- Gore: hay que contar todos los votos --pero no los de los residentes en el extranjero, porque en su mayoría son militares y esos votan a Bush-- (una acotación personal: para los liberales demócratas, las fuerzas armadas norteamericanas son imprescindibles para terciar en conflictos extranjeros mediando de gendarme y poner paz, derramando sangre americana en asuntos ajenos, o llevar pizzas a naciones hambrientas; pero a la hora de votar son ciudadanos de segunda de los que no se les puede contar el voto).
2- Al candidato para vicepresidente republicano, Chaney, de tanto stress le da un jamacuco.
3- Se apela al tribunal supremo de Florida (cuyos jueces todos son demócratas) y dicen que sigan recontando los votos --eso si, claro que solo en los condados donde son mayoritariamente demócratas y se pueden esperar más votos a favor de Gore--.
4- Los procedimientos son tan caóticos que en cada sitio los recuentan de una manera, cambiando el procedimiento de hacerlo en medio cuando parecía que la victoria era para Bush.
5- Los plazos se van terminando y aquí no hay resultados.
6- Finalmente con lo que hay, Bush ganado por 537 con la fecha extendida, se le da por ganador.
7- No contentos apelan al Tribunal Supremo de Estados Unidos, y aquí se acaba la novela, Bush el es nuevo presidente de los Estados Unidos. Si quiere saber más, puede ver esta cronología de los hechos.
Como balanza de todo esto tenemos uno de los casos
más curiosos para la Historia, unas elecciones que dividieron totalmente
al país, y que en cierto modo sigue dividido, donde ha crecido el odio
de unos a otros, con debates acalorados en radio y televisión, con
manifestantes insultándose unos a otros, familias divididas por ideologías, etc. Con los echos acaecidos y si esto hubiera ocurrido en
otros tiempos con ciudadanos con más hígados habría acabado en una
revolución, pero hoy en día las batallas se tercian en los tribunales.
Por otro lado tenemos a un candidato que no se resistía a perder, y que
como el bicho de Alien, reaparecía una y otra vez y nunca moría
(figurativamente). Pero que al final, y ante las leyes, ha concedido con
mucha dignidad.
Pero en el corazón de los americanos estas
elecciones no acabaron ayer doce de Diciembre, pues republicanos tacharan
a demócratas de malos perdedores, y demócratas dirán que el verdadero
ganador fue Gore. ...Y plagiando a nuestro universal Machado podríamos
concluirlo como:
Americanito que vienes
al mundo te guarde Dios,
una de las dos Américas
ha de velarte el corazón.
al mundo te guarde Dios,
una de las dos Américas
ha de velarte el corazón.
© C. R. Worth. Calhoun, GA. 13- XII- 2000
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