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Tuesday, June 1, 2010

Proyectos para las Hermandades, ¿Arte gratis?

Proyecto de palio de los Hermanos Delgado para
la Hermandad de la Sed (no realizado) año 2000



     Charlando el otro día sobre temas artísticos y proyectos para las hermandades con un  artista, surgió un tema interesante. Tema que me llamó la atención desde el punto de vista de historiadora del arte, y por la idiosincrasia económica, especialmente en tiempos de crisis como los que estamos viviendo.
     Todos sabemos que cuando las hermandades deciden hacer una nueva imagen, paso, insignia etc, no compran estas obras artísticas en catálogos, sino que son encargadas ex profeso a los artistas con unos parámetros específicos de cómo quiere la hermandad la obra de arte.  Unas veces van a un artista determinado exponiendo el proyecto, y otras veces hacen concursos públicos, o preseleccionan unos cuantos de artistas para que presenten un proyecto.
     He aquí cuando se presentan estas condiciones de competencia, cuando las hermandades se encuentran con estos proyectos en sus manos, cuando yo veo el problema, un problema de justicia social e incluso ético. Póngase usted en los zapatos del artista; artista que emplea tiempo y energía en preparar estos proyectos, ya sean unos bocetos en barro de una figura, unos dibujos de unas jarras, un paso o unos bordados... Estos proyectos son obras de arte en sí, que en el mercado artístico estarían altamente cotizados.
     Cuando el proyecto presentado no sale vencedor, algunas veces las hermandades lo devuelven a los artistas (rara vez, ya que suelen quedarse con ellos para sus archivos), se quedan con ellos, o incluso se ha dado el caso de artistas que han pedido que le devuelvan sus dibujos presentados ¡y la hermandad le da una foto de los mismos! Estos proyectos no devueltos, las hermandades no suelen pagárselo a los artista, se quedan con ellos, digamos que... por la cara.  Eso sin contar que a veces los artistas tienen que desplazarse a otras localidades (a veces en lejanas comunidades autónomas) para presentar los proyectos, con el susodicho gasto económico de desplazamiento.
     El caso, es que estos bocetos o dibujos, en el mercado del arte (dependiendo de lo cotizado que esté el artista) pueden alcanzar varios cientos de euros cada uno, y en cambio no son remunerados a los artistas.
     Desde mi punto de vista, esta situación clama al cielo, y las hermandades (no me refiero solo a las sevillanas, sino a las de todas partes) deberían de tomar conciencia en este asunto. Lo mismo que están muy envueltas en procesos caritativos, también deberían de estarlo sobre la dignidad del artista, que emplea tiempo y talento en hacer estos proyectos, y también tienen que comer tres veces a día.
     La situación ideal sería que cuando una hermandad decide hacer una nueva presea, en el presupuesto de la misma, tengan incluido el pago a los artistas por sus proyectos, y aquel que gane el «concurso» le estaría incluido en el precio final el proyecto.  Es decir, que si piden a tres o cinco artistas que les dibuje una saya, un paso etc los no ganadores sean compensado por sus obras de arte, la hermandad se queda con esos dibujos etc, y santas pascuas.
     También recomendaría a las hermandades, que se dieran una vuelta por galerías de arte y vieran el precio del mercado de dibujos, y que dibujos del tamaño de los presentados, o bocetos en barro, pueden alcanzar en el mercado artístico varios cientos de euros.
     Ya se sabe que esta práctica (no pagar por los proyectos) está muy arraigada y es «tradición», pero no significa que por ello sea justo, y ya es tiempo de cambiarla, especialmente ahora en un tiempo de crisis.

©  C. R. Worth  1 - VI - 2010

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